Durante un viaje a Alemania , me hospede en un albergue juvenil. Una noche estaba en el comedor, cuando alguien comenzó a hablarme en alemán, idioma que yo no entendía, la sorpresa fue que ese alguien era un loro. Siguio conversando y haciendo preguntas durante media hora, pero yo permanecí en silencio.
Al final aburrido de no obtener respuesta alguna de mi parte, me grito “Dummkopf” (idiota). E indignado, se volteo y no volvió a dirigirme la palabra en toda la noche.
David Jenkson, Australia.
Selecciones en español Enero 2008. Pagina 93.
1 comentario:
ja ja ja!
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